sábado, 25 de agosto de 2012

7. Acerca del cuidado de sí


La siguiente es una carta escrita por Marco Aurelio (año 144-145 a.C.) a Fronto, que expresa la esencia de lo que es el cuidado de sí, el preocuparse por sí mismo propuesto por el estoicismo; la carta habla de la vida cotidiana, de los movimientos del espíritu, es un análisis sobre el sí mismo; todos los detalles del cuidado de sí están aquí, todas las cosas hechas mecánicamente que, sin embargo, resultan importantes porque se refieren al sí mismo, a lo que ha pensado, lo que ha sentido:

“Saludos, mi más dulce maestro:
Estamos bien. Me desperté algo tarde debido a un leve resfriado que ahora parece haber disminuido. Desde las cinco de la madrugada hasta las nueve me dediqué, en parte, a leer algo de la Agricultura de Catón, y, en parte, a escribir, gracias al cielo, un poco menos miserablemente que ayer. Luego, tras haber presentado mis respetos a mi padre, alivié mi garganta, no diré que con gargarismos — aunque la palabra gargarisso se encuentra, me parece, en Novius y en otros lugares — sino tragando agua con miel hasta la garganta y volviéndola a escupir. Después de haberme calmado la garganta fui a ver a mi padre y le ayudé en el sacrificio. A continuación fuimos a almorzar. ¿Qué crees que comí? Un poquitín de pan, a pesar de ver a otros devorar habichuelas, cebollas y arenques llenos de huevas.
Después trabajamos duramente recogiendo uvas, sudamos muchísimo, estábamos alegres, y, como dice el poeta, «aún dejamos algunos racimos colgando de lo alto como restos de la vendimia». Después de las seis de la tarde volvimos a casa. Trabajé poco y, además, sin rumbo alguno. Luego tuve una larga conversación con mi madre mientras ella estaba sentada en la cama. Mis palabras fueron: «¿Qué crees que estará haciendo mi Fronto?», y las de ella: «¿Y qué crees que estará haciendo mi Gracia?», y de nuevo las mías: «¿Y qué crees que nuestro gorrioncillo, la diminuta Gracia, estará haciendo?» Mientras charlábamos de esta manera y nos peleábamos para saber cuál de nosotros dos os quería más al uno o al otro de vosotros dos, sonó el gong, una indicación de que mi padre había ido a bañarse. Así, cenamos tras habernos bañado en el lagar. No quiero decir que nos bañáramos en el lagar, sino que una vez que nos hubimos bañado, cenamos allí y disfrutamos escuchando bromear a los patanes. Al volver, y antes de darme la vuelta para empezar a roncar, cumplo mi tarea y le doy a mi maestro más querido un relato de lo que he hecho durante el día, y aunque pudiera echarlo más de menos, no podría sufrir más por desperdiciar sus enseñanzas.
Adiós, mi Fronto, donde quiera que estés, mi dulce vida, mi amor, mi alegría.
¿Cómo está la cosa entre tú y yo? Te quiero y tú estás lejos.”

Referencia bibliográfica:
La carta es citada en: Foucault, Michel. Tecnologías del yo y otros textos afines, Barcelona: Paidós, 1990.


ACTIVIDAD
Después de haber leído la carta de Marco Aurelio, realizar un ejercicio de escritura similar sobre las cosas hechas el día anterior, agregando todos los detalles que sean posibles.

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