sábado, 25 de agosto de 2012

8. "Cartas a Lucilio" de Séneca

Las Cartas a Lucilio es una de las obras más renombras del filósofo estoico Lucio Anneo Séneca; en estas Séneca habla de un amplio abanico de temas, que aparecen como consejos que ofrece a su amigo y discípulo Lucilio (quien se creía era un procurador romano de la provincia de Cilicia, aunque tiempo después se pone en duda su existencia). Los temas de las cartas tienen como objetivo principal dar pautas sobre lo que es ser un buen estoico para alcanzar así la virtud, que es el bien supremo del estoicismo. Algunos de los rasgos más significativos sobre el pensamiento de Séneca, que se dejan ver en las cartas, son el destacar la voluntad como facultad diferenciada del entendimiento, la insistencia en el carácter pecador del hombre, su preocupación por la amistad, la vejez, su oposición a la esclavitud y su afirmación de la plena igualdad de todos los hombres.

Las Cartas a Lucilio que utilizaremos para conseguir la adecuada apropiación del contenido formativo serán (a continuación encontrarán la reseña de algunas cartas y, en otros casos, sólo el número y título de otras):

1. Carta III. De la elección de los amigos.
En esta carta Séneca habla de cómo la verdadera fuerza de la amistad consiste en tratar al amigo como si fuera uno mismo, en hacerlo partícipe de todos los pensamientos y dudas propias, en confiar en él como si ambos fueran uno solo.

2. Carta VI. De la verdadera amistad.
Siguiendo la idea anterior Séneca nos dice que la verdadera amistas debe nacer de una desición por parte de dos personas de unirse, amarse, compartir y aprovechar las cosas que el otro le puede brindar, lo cual requiere que cada uno conozca muy bien lo que tiene para darle al otro. Al final de la carta, incluso, Séneca dice que el que es amigo de sí mismo, logra ser amigo de todos los hombres.

3. Carta XIV. Cómo debe cuidarse el cuerpo.
Aquí Séneca expone que si bien no hay que ser esclavo del cuerpo y vivir a merced de él, sí es necesario cuidarlo de la mejor manera posible porque sin él no podríamos vivir. Propone, pues, no divinizar el cuerpo, sino prestarle atención y cuidarlo de los excesos.

4. Carta XV. De los ejercicios del cuerpo.
En esta carta Séneca muestra cómo cuidando el cuerpo y ejercitándolo se ejecita, a su vez, el alma y viceversa; plantea que la salud del alma debe ser la premisa a la que apunte todo ejercicio corpóreo. 

5. Carta XX. De la inconstancia de los hombres.
Habla de cómo el hombre tiene una voluntad tan débil que cada día cambia de parecer sobre las cosas que piensa, hace o tiene; Séneca afirma que los hombres no saben lo que quieren y que viven en una búsqueda constante de eso que los llene. Dice, pues, que lo sabi consiste en querer siempre lo mismo y rechazar siempre lo mismo, para lo cual es necesario recorrer un camino largo donde cada día nos conozcamos cada vez más.

6. Carta XXV. De los peligros de la soledad.

7. Carta XL. La elocuencia conviene al filósofo.
En esta carta Séneca birnda consejos sobre cómo debe hablar un verdadero filósofo, sobre el cuidado que debe tener con las palabra que emplea, sobre el orden en que las dice (que refleja el orden de la ideas), porque todo ello es necesario para convencer y lograr sanar los espíritus de quienes escuchan.

8. Carta XLIII. Vivir en particular como se vivirá en público.
En esta carta se plantea la idea de vivir siempre como si durmiéramos con la puerta de nuestra casa abierta, porque no debemos tener nada que esconder ante los ojos de los demás. Dice Séneca que las puertas se inventaron no para vivir más seguros sino para pecar más ocultamente.

9. Carta XLVIII. Comunidad de intereses en la amistad.

10. Carta L. No reconocemos nuestros defectos.
Séneca habla de la inclinacíón natural del hombre a esconder sus defectos engañando a los demás a tal punto que terminamos engañándonos nosotros mismos. Nos aconseja, pues, reconocer y afrontar nuestros defectos para comenzar el camino hacia la búsqueda de la cura en nosotros mismos.

11. Carta LIII. De las enfermedades del alma.

12. Carta LXVII. Si la virtud es un bien deseable, la paciencia en el tormento debe desearse.

13. Carta LXVIII. No fingir la soledad por mera vanidad.
Séneca invita a ser prudente y no vanagloriarse de ser un hombre inteligente y dedicado al estudio de lo que le gusta; dice que apartarse demasiado de los demás es una especie de vanidad al quererse mostrar superior a ellos.

14. Carta LXXV. Hablar bien es decir lo que uno piensa.
Esta carta invita a cuidar las palabras que usamos porque éstas reflejan lo que pensamos, así pues, debemos sentir relamente lo que decimos y decir lo que sentimos porque de este modo estaremos a tono con la vida.

15. Carta LXXVI. En toda edad hay oportunidad de aprender.

16. Carta LXXX. El espíritu y el cuerpo. La libertad puede obtenerse, pero no se sabe dar.

17. Carta XCIV. Sobre la utilidad de los preceptos.
Habla de que todo lo que aprendemos lo debemos valorar y de que no se trata de curar al enfermo, sino de mostrarle el camino hacia la cura, es decir, no se trata de dar respuestas sino de enseñar a buscarlas.

18. Carta CVIII. En la conversación y en los libros se aprende filosofía.
Séneca dice que siempre hay que sacar provecho de una buena conversación, y más si ésta es con un filósofo. Se dice que a una conversación se asiste para escuchar y para aprender siempre algo nuevo.

19. Carta CX. La mayor desgracia es no tener la paz consigo mismo.

20. Carta CXV. La conversación, espejo del alma. Bellezas sorprendentes de ésta.


Referencia Bibliográfica:
  • Séneca. Cartas a Lucilio, Barcelona: Editorial Juventud, 2000.

Ver las Cartas a Lucilio on linehttp://es.wikisource.org/wiki/Cartas_a_Lucilio


ACTIVIDAD 

Lee detenidamente cada una de las cuatro situaciones hipotéticas que se proponen a continuación. Analízalas a la luz de las cartas de Séneca numeradas arriba y dí qué carta puede servir para hablar de cada una de las situaciones planteadas. Comenta brevemente cómo aconseja Séneca que se actúe ante una situación tal, o dedúcelo tu mismo según el conocimiento adquirido hasta el  momento sobre la Filosofía Estoica.
Situación 1: El estudiante tiene un grupo de amigos en el colegio con los que le gusta escuchar reggaetón, y por su casa tiene otro grupo de amigos con los que le gusta escuchar rock. Sin embargo, él no acepta abiertamente frente a sus dos grupos de amigos que le gustan los dos géneros musicales. Uno de ellos lo descubre y, como es común, lo delata frente a todos los demás alegando que ha traicionado la identidad del grupo. Después, se ve obligado por ambos grupos de amigos a decidir en qué grupo quiere permanecer. 

Situación 2: Los estudiantes se encuentran en el primer examen de matemáticas del año en el salón de clase; uno de ellos se rehúsa a hacerlo y se justifica diciendo que no es lo suficientemente inteligente para responder la prueba, pues su padre (un ingeniero) siempre le ha dicho que no es bueno para las matemáticas. 

Situación 3: El estudiante descubre que su amigo se maltrata física y psicológicamente, porque en su entorno hostil le han hecho creer que no vale lo suficiente como persona y que no debería vivir. Acto seguido, lo ayuda a escaparse de su casa porque cree que sin los malos tratos su problema se solucionará. 

Situación 4: El estudiante está en una clase donde el profesor ha propuesto la creación de un debate frente a un tema determinado. Él quiere participar en el debate pero siempre ha sido muy callado y solitario porque considera que es muy inteligente y buen estudiante para compartir sus ideas con compañeros tan mediocres como los suyos, no cree que la participación en el diálogo con los demás le pueda aportar algo.

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